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Pilares Nutricionales para la Vida: Hierro y Ácido Fólico en la Salud Materno Infantil

La salud materno infantil constituye la base para el bienestar de futuras generaciones. Dentro de los múltiples factores que la determinan, la nutrición juega un papel protagónico, y específicamente, el aporte adecuado de micronutrientes como el hierro y el ácido fólico es fundamental. Estos dos elementos son cruciales no solo durante el embarazo, sino también en la etapa preconcepcional y en los primeros años de vida del niño.
Photo by Kelly Sikkema on Unsplash

El ácido fólico, una vitamina del complejo B, es esencial en las etapas tempranas del desarrollo fetal. Su consumo adecuado, idealmente antes de la concepción y durante el primer trimestre del embarazo, reduce significativamente el riesgo de defectos del tubo neural (DTN) en el bebé, como la espina bífida y la anencefalia. Estas son malformaciones graves del cerebro y la médula espinal que ocurren muy temprano en la gestación, a menudo antes de que la mujer sepa que está embarazada. Por ello, la suplementación con ácido fólico es una medida preventiva de salud pública de gran impacto.

Por otro lado, el hierro es un mineral indispensable para la formación de hemoglobina, la proteína encargada de transportar oxígeno a todas las células del cuerpo. Durante el embarazo, las necesidades de hierro de la mujer aumentan considerablemente para soportar el incremento del volumen sanguíneo materno, el crecimiento de la placenta y el desarrollo del feto. La deficiencia de hierro puede causar anemia en la madre, lo que aumenta el riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y complicaciones durante el parto y el postparto. Además, un adecuado estado de hierro en la madre asegura reservas suficientes para el recién nacido, cruciales para su desarrollo cognitivo y físico durante los primeros meses de vida, previniendo la anemia infantil y sus consecuencias a largo plazo en el aprendizaje y crecimiento.
Photo by Alex Pasarelu on Unsplash

En conclusión, asegurar un consumo óptimo de hierro y ácido fólico es una inversión vital en la salud de madres e hijos. Contribuyen a prevenir complicaciones graves durante el embarazo y el parto, y sientan las bases para un desarrollo infantil saludable y pleno. La concienciación, la fortificación de alimentos y la suplementación dirigida son estrategias clave para garantizar que estos nutrientes esenciales cumplan su rol protector.